Desguazar los espacios disparejos
e invocar tu voz ronca y distante
a mi espiritado reino imperfecto,
garita en al ausencia de tus besos.
Navegar mis horas que lapidan
y atezar mi piel bajo mares pasados
de vestigios que hondos palpitan
la austral imagen de “el dorado”.
Repudiar tus pupilas que tiritan
al reptar por los últimos relámpagos,
onirismo por mi no olvidado
que vivo loco y cismático.
Barcelona se tiñe de negro y yo vuelvo a la batalla
-
¡Saludos lectores!
Después de años sin aparecer por aquí he resucitado de mis cenizas para
volver a dar señales de vida por mi blog. Imagino que todas esa...
Hace 7 años